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miércoles, 12 de febrero de 2014

ANDORRA

Enero del año 2009, Marcos es el protagonista de mi siguiente historia, un chico el cual le encantan los deportes de riesgo, el vive en Villarrobledo mucho riesgo no había en su ciudad y se dirigió hacia Andorra en busca de montañas nevadas, esquís y adrenalina. Ya era la segunda vez que iba de viaje para esquiar el primero fue en el año 2007 en Sierra Nevada, bonito paisaje, perfecta ciudad Granada. Hacía poco había salido de una lesión de esguince, pero él estaba decidido desde el año pasado que se iba solo o acompañado pero se iba a ir a Andorra a esquiar, un chico con las decisiones claras también amigo de él, Luis se convenció para irse juntos a esquiar él era un chico más curtido en esto del mundo de los deportes extremos había estado subiendo los picos de Europa hace unos años y le encantaba el surf, esquí y el rafting. Llegó el momento de partir desde Villarrobledo con un vuelo Rayanair hacia Andorra, iban a ser solamente dos días, pero dos días sin stop en la nieve, les había costado poco el avión lo que mas el hospedaje allí que lo cogieron en Sant Joan de Caselles un pueblecito donde no les quedaba lejos las montañas. Al llegar allí dejaron las maletas en el hostal que cogieron allí y se dirigieron a dar una vuelta por el pueblo, el frío era diferente que en Villarrobledo pero también se adentraba en el cuerpo para no dejarte ni un minuto. Eran las 11 de la mañana cuando Luis decidió ir a ver las pistas más cercanas para esquiar y las encontraron estaban a unos pocos kilómetros de allí a las cuales se dirigieron los dos equipados. En el famoso telesilla subieron hacia el pico de la montaña el día estaba parcialmente soleado pero estábamos donde queríamos en el paraíso de la adrenalina, estuvimos toda la tarde hasta las 7 de la tarde por allí rondando dimos una vuelta por un pueblecito también que estaba por al lado llamado Sant Serni de Canillo donde había una iglesia muy bonita y era un pueblecito muy acogedor ya que de longitud no tendría ni un kilometro. Nos dirigimos hacia el hostal ya que se hacía de noche y tenía hambre, no veas la nieve el hambre que da. Al llegar preparamos algo para cenar una comida muy típica en Andorra el cassoulet, un guiso hecho con alubias blancas o frijoles, y distintas partes de carne animal, buenísimo y entraba muy bien comida caliente con esas temperaturas, estuvimos viendo la tele un rato en el hostal, hasta que me dirigí a Luis para decirle que mañana último día y había que darlo todo así que me iba a dormir para descansar bien.

7.30 de la mañana último día en San Joan de Caselles, nos despertamos y fuimos a la estación de esquí a desayunar chocolate caliente, amanecía el día a eso de las 9 de la mañana ya se dejaba ver el poco sol que iba a salir en todo el día, nos tocaba tener un día nublado pero eso hacía más emocionante nuestro tarde de esquí. El telesilla lleno de gente mucha multitud hoy domingo en la estación, así que a Luis se le ocurrió ¿Por qué no subir un poco de tramo andando? Porque le hice caso? Llegamos a un tamo ya de arriba echando la lengua fuera, subimos en el telesilla más vacío ya y llegamos a la cima y nos tiramos hacia abajo, os cuento y hago un inciso en este momento porque es en el momento en que tropecé y caí de cruces con los esquís, hasta ahí fue mi último momento que recuerdo bueno de mi viaje a Andorra, ya que volví a Villarrobledo con un esguince más, no había salido casi de uno para meterme en otro. Espero que la próxima vez que vaya a visitar ese país tan bonito y tan increíble con sus montañas, ríos y pistas de esquís no me pase nada.





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