Entrevistada: Leire Rubio
La protagonista de mi siguiente historia una chica
divertida, alegre y risueña con ganas de visitar mundo decidió hacer una
escapada en 2º de Bachillerato con sus amigas y demás gente que había en su
colegio, se planteó principalmente como un viaje de estudios, ¿el típico viaje
de fin de curso que al principio todos se reúnen pero al final acaban cada uno
por su lado? nada de eso.
Día 28 de Febrero tarde soleada en las puertas del
Aeropuerto de Palma de Mallorca, soleada hasta que llegamos a Londres destino
del viaje.
Al llegar allí el sol era fuerte también, pero la
climatología era de 10 grados y hacia un frío que pelaba. Nada más llegar nos
situaron donde era nuestro sitio donde nos hospedábamos, se llamaba hotel Herald
en el pleno centro de Londres, un hotel de mala muerte. Había
un recepcionista muy gracioso llamado Filip el cual nada más llegar nos vio que
éramos un enorme grupo, nada más ni nada menos que tres clases, y lo pusimos
nervioso, pero él era un hombre agradable, con quien más conecto fue con nosotras
tres que éramos como así decirlo la mas loquillas de la clase. Desde ese día
siempre que lo veíamos nos contaba historias de Londres. Llegamos por la noche
al hotel y podíamos hacer bien poco en Londres acabábamos de llegar a la ciudad
y teníamos que aprovechar que los profesores no se hospedaban en la misma
planta, cosa que aprovechamos muy bien, montando una mini fiesta. Ya que unos
de nuestra clase hicieron una escapada corta del hotel para comprar cerveza y
poder celebrar nuestra llegada a Londres.
Al día siguiente nos levantaron pronto llego nuestra guía
para visitar varios lugares en ese día. La visita fue a Canden Market,
visitamos el anden ¾ donde se rodó un trozo de la película de Harry Potter y el
famoso barrio de Chinatown. Lo que más me gusto de ese día fue que nos quedamos
alucinadas mis amigas y yo con el metro de Londres, en las películas aun no se
aprecia todo lo realmente alucinante que es, las escaleras mecánicas eran
profundas y con aspecto viejo pero
estaba muy bien y la multitud de gente que se agolpaba cuando llegaba un metro
era increíble. Ese día acabamos reventadas ya que hubo una avería en un tramo
de metro y tuvimos que patear un rato para ver Londres y notar el frío en
nuestra cara, encima cuando anochecía, debo decir que ese paseíto caminando nos
sirvió para cuando llegamos a casa caer rendidas en la cama.
Amanecí a la mañana siguiente con los cascos que me había
puesto para escuchar música, el móvil menos mal que lo deje a la vez cargando
porque si no me hubiera quedado sin batería para salir. Hoy tocaba ir de
musical, pero el musical Chicago comenzaba a las 6 de la tarde y eran las 12 de
la mañana así que los dos profesores que vinieron con nosotros el Sr. Tomás y
el Sr. Miquel nos dejaron hacer lo que queramos pudiéndonos perder por Londres
pero a las 5 y media había que estar en la puerta del teatro donde íbamos a ver
el musical. Mis amigas y yo nos miramos y con la mirada lo decíamos todo esa
tarde era una tarde de compras por la ciudad, y que mejor sitio que ir a un
sitio que no tenemos en nuestra querida Palma, ese sitio se llama Primark, pero
antes debíamos buscar un sitio para comer tranquilas y ver un poco la zona en
donde estábamos, era la zona de Kilburn cerca teníamos un parque con mucho
verde, donde estuvimos desde las 1 y media hasta las 2 y media de la tarde
visitando el parque me llamo mucho la atención que era un parque natural con
mucho verde en medio de la gran ciudad, el tiempo se nos echaba encima y eran
las 3 cuando entrabamos a Primark, imposible describir ese lugar un almacén
enorme con 2 plantas llenas y llenas de ropa. La cosa se nos fue de las manos ahí
dentro fue eso de que Laura dijo que eran las 5 y teníamos que volar si no queríamos
llevarnos bronca. Al llegar a la boca del metro con todas las bolsas de lo que
nos compramos vimos que el tren acababa de llegar, corriendo y corriendo con
las bolsas y todo nos dirigimos hacia él pero lo perdimos, debo decir que ese
día nos cayo bronca por parte del Sr. Tomas que era el profesor borde que siempre
debe tener una clase. El musical perfecto al salir todos nos quedamos impactados
de ver un teatro tan grande con tantas
luces y tanto espectáculo, nos dirigimos hacia el hotel y hoy no estábamos tan
cansados asique tocaba fiesta. Llegamos allí cenamos y nos vestimos para salir
por la ciudad y ver la parte más nocturna de Londres, debo decir que esa noche
lo pase genial bebiendo con mis amigas y con unos que conocimos, que justamente
eran nuestros vecinos de habitación, dos chicos andaluces de Málaga se llamaban
Mario y Alberto, a mi amiga Laura le encantó Alberto pero no se atrevía ni a
hablar con él, yo debo decir que pasaba de chicos tenia bien seguro que este
viaje era para desconectar y pasar de todos los tíos del planeta, me tenían harta
y pensaba que mi chico, mi media naranja como se suele decir no llegaría en la
vida y debo decir que ahora cambié de opinión…
Día 3 de Marzo despertamos todas juntas en una cama, no
se no recuerdo como acabamos allí todas, ni como llegamos, ni ni siquiera quien
nos tapó, pero me sentía totalmente descansada. De repente tocaron la puerta de
la habitación ¿ Quién creéis que fue? Alberto preguntando por Laura para ver si
iba a desayunar con él a la cafetería del hotel, con una sonrisilla Laura
aceptó , se vistió y se fue, parecía que las miraditas de la noche anterior habían
dado su fruto, como no van a darlo si se pasaron la noche mirándose sin hablar,
lo que no sabía Laura es que le quedaban dos días solo para conocerlo ya que el
día 5 por la mañana teníamos que dejar el hotel, como aquel que dice tenía
pinta de ser un amor de verano.
Claudia y yo hicimos planes para ese día ya que de Laura
nos pudimos olvidar la última noticia que dio fue a las 8 de la tarde de ese
mismo día. Ernesto un chico de nuestra clase se unió a nosotras ya que queríamos
ver partes bonitas de la ciudad y él había
estado ya varias veces antes, nos recomendó sitios, donde no pusieran esa
comida terrible que veíamos por todos los lados una especie de puré de patatas
que ponían con pinta asquerosa, comimos en una pizzería buenísima que había en el
centro de la ciudad La Nostra Casa se llamaba el restaurante y la verdad es que
eran increíbles pizzas grandes por pocas libras. Ese día teníamos claro que por
nuestra parte queríamos visitar la calle famosa del Soho y por la parte de
Ernesto iríamos al barrio de Chelsea para ver el estadio, ya que era un gran
aficionado al futbol inglés y eso hicimos en todo el día, volvimos a eso de las
7 y media de la tarde al hotel y allí es cuando a eso de las 8 nos encontramos
a Laura. Empezó a contarnos de todo que el chico era espectacular, que le había
invitado a Málaga para ver la Semana Santa y que se portó super bien con ella
que la invito a comer, vamos que salió maravillada de su primera cita, cosa que
conociendo a Laura no era de quedarse así en la primera cita.
Día 4 de Marzo la vuelta a Palma cada vez estaba más
cerca y decidimos que este día a parte de hacer una visita por la mañana al
museo London eye, la tarde tenía que ser toda nuestra para estar las tres
juntas y hacernos fotos por la ciudad… Nada más acabar de ver el museo un museo
espectacular como son allí en Londres nos dirigimos a comer algo y directas a
ver el Big Ben cosa increíble que hasta el último día no habíamos ido a
visitarlo cuando es uno de los monumentos más famosos de Europa y el más
visitado en Londres, nos fijamos en un detalle muy curioso y era que en el
centro de la ciudad casi no había coches y es que la costumbre allí es dejar
aparcado el coche a las afueras y usar el transporte público o caminar, eso
ultimo hicimos nosotros para ir a visitar el Palacio Real, nos quedamos
impresionadas con lo de las guardias que hace la guardia real allí en las
puertas, inmóviles los soldados en sus puestos.
Llego la noche y a Laura le sonó el móvil, era Alberto quería
despedirse de ella y cenar juntos, nos tocaba a Claudia y a mi cenar solas pero
bueno era por una buena causa, parecía que ahí había flechazo, era que si
Alberto para aquí Alberto para allá todo el día, irreconocible Laura. Esa misma
noche se apuntaron todos los de clase a reunirnos todos en una habitación poner
música y despedir nuestra estancia en Londres, se subió el recepcionista Filip
para despedirnos de nosotros y tomarse una copilla con la gente española, una
noche feliz la cual luego se unieron Alberto y Laura, días muy agradables en
Londres que espero que se vuelva a repetir muy pronto.